Otra de las tradiciones del Carmen es vestir al Niño Jesús de cristianar para la Pascua de Navidad, repitiéndose cada año la mágica estampada de ver a la Virgen del Carmen portando a su hijo vestido de esta manera tradicional. En esta ocasión, el Divino Infante luce un precioso manteo de seda donado por una devota, cuya antigüedad se remonta a más de un siglo. De un color tostado, tiene unos bordados de gran riqueza que realzan la belleza de la imagen. En una mano porta el barquito de plata y en la otra es Santo Escapulario.
Por su parte, y también regalo de un grupo de devotos, el altar mayor del Santuario se ha decorado con pascueros. De esta manera, junto con el Belén de la reja, todo se encuentra preparado para celebrar la Navidad. Ésta se presenta cargada de actos cultuales y festivos.
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